Estampas

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Martes, 25 de enero de 2022

“A Dionisio se le identificaba con los líquidos: la sangre, la esperma, la leche, el vino. Lo dionisíaco es la secreción, la fluidificación telúrica de la naturaleza. Apolo, por otro lado, da forma, moldea, diferenciando un ser de otro. Todos los artefactos son apolíneos. La confusión y la unión son dionisíacas; la separación y la individuación, apolíneas. El muchacho que deja a su madre para hacerse hombre enfrenta lo apolíneo a lo dionisíaco. El artista que se siente obligado para con su arte, que necesita crear palabras o imágenes como otros necesitan respirar, está utilizando lo apolíneo para vencer a la naturaleza ctónica. En el sexo, los hombres tienden a mediar entre Apolo y Dionisio. Sexualmente, la mujer puede ser oblicua, opaca, puede experimentar placer sin tumulto ni conflicto. La mujer es un témenos de sus propios misterios oscuros. Genitalmente, el hombre posee esa cosita que tiene que estar metiendo continuamente en la disolución dionisíaca: ¡peligroso asunto! Hacer cosas, preservar las cosas, son actividades centrales de la experiencia masculina. El hombre es fetichista. Sin sus fetiches, la mujer volvería a tragárselo sin más”.

Vuelvo a Paglia, hay que volver una y otra vez a Paglia.

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Lunes, 24 de enero de 2022

Y en cuanto a los europeos, deben dar gracias si Putin se conforma con Ucrania. Si quisiera, podría seguir hasta Portugal. Quién se le va a oponer, ¿los franceses?; no me hagan reír. ¿Los alemanes?; tienen una tubería de gas ruso metida en el culo y apenas pueden moverse. ¿Los españoles?; ¡los españoles los recibirían como salvadores Iglesias y sus pandilleros castro-chavistas al frente de las masas rojas y republicanas! Y los independentistas vascos, catalanes y baleares aclamarían al heroico ejército de violadores rojos como a camaradas que han venido a liberarlos de la oprobiosa ocupación española. VOX sería el único partido que llamaría a las armas, tal vez. Del Rey podría esperarse una actitud decente, cierto; pero demasiado simbólica, ay.

Pero. Tal vez sea demasiado tarde. Los españoles de derechas (de la izquierda y del siniestro centro siempre ha de esperarse lo peor) tal vez estén ya demasiado embobecidos por la estrategia educacional antiespañola buenista y pacifista de la izquierda, como para tomar las armas y defender lo que queda de España. Para no hablar de los españoles ya totalmente subnormalizados que ni se enterarían de que han sido invadidos porque estarán demasiado ocupados poniéndose tetas o cortándose el pito.

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Domingo, 23 de enero de 2022

Ahora que Putin está apunto de tragarse Ucrania aprovechando la cobardía de Europa y USA, un consejo a los ucranianos, peleen hasta el último hombre, maten a todos los rusos que puedan, hagan pagar al enemigo el mayor precio posible. Otra cosa, no esperen ayuda de nadie, ningún país europeo enviará sus soldados a luchar por vuestra libertad. Y en cuanto a USA, hará lo de siempre, dejar a sus aliados solos. Los abandonará indecentemente, USA ha sido siempre el peor aliado posible en tiempos de guerra. No es que esté la momia chocha Biden en el gobierno, con el Asno Anaranjado Trump hubiera sido igual. Trump rebuznó mucho contra Maduro y Cuba y los soldados rusos en Venezuela, pero después las cagaleras circenses ocuparon su poco cerebro y abandonó a su suerte a los venezolanos, los cubanos, los afganos. Lo que decía. Ucranianos, peleen hasta el último hombre y hagan pagar caro al enemigo ruso su nueva conquista. Háganlo, sobre todo, porque será vuestra última oportunidad para actuar como hombres libres. Bajo la bota rusa sólo seréis esclavos.

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Sábado, 22 de enero de 2022

Cuando vivía mi gato amarillo no me gustaban las urracas, prefería los pajarillos más pequeños y hasta los opacos estorninos, verlos, cuando sacaba la vista de la pantalla, revolotear en el rosal, el olivo y la parra. Maniobras muy peligrosas porque se hacían en la certera acechanza de mi gato amarillo. Pero. Desde que no está mi gato amarillo, me encantan las urracas. Cada día son más atrevidas y se reúnen dos o tres en la terraza y se trepan a la mesa en busca de restos de comida. He descubierto en el descaro de las urracas una picaresca que antes no percibía. Una elegante arrogancia. Ayer les puse semillas de girasol sobre la mesa de la terraza y se dieron un festín. Estoy pensando en comprar un comedero y colgarlo del cerezo, del rosal, o del olivo.

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Viernes, 21 de enero de 2022

Llego a la verdulería en el preciso instante en que una de mis verduleras le dice a otra, admonitoria: Tú no te la dejes meter si no te anestesia, si no te anestesia que no te la meta. Qué momento. De inmediato me aproximo y exclamo: Pero… pero… con qué tipo de hombres andan ustedes, pero qué animal, ¡anestesiarte!; señoras, tienen que juntarse con hombres de verdad, yo mismo soy todo suavidad y confort al meterla, todo delicadeza y babilla… pero señoras cómo es posible… ¡pero qué animal, anestesiarte! Y después sus risotadas ya no me dejan seguir.

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Miércoles, 19 de enero de 2021

Hace frío. Le pongo el arreo a los perros. A lo que llevo puesto, una camiseta de mangas cortas, una de mangas largas y una sudadera que traje de Miami hace años, añado un chaleco relleno de plumas, un abrigo grueso con interior de lana, una bufanda de casimir que dicen que abriga mucho, un gorro que me cubre hasta las orejas, y guantes. Todos los trapos de rigor. Salgo, y el primer aire que respiro me congela la laringe, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los alvéolos. Doy varios pasos, bajo la escalera, alcanzo la puerta exterior, ya estoy en la calle. Tengo la sensación de que la nariz se me caerá en cualquier momento. La gente de aquí, de toda Europa, debe tener genes de morsa o de bacalao antártico. Good for them. Siento como se me entumecen los dedos de las manos y los pies. Oigo un crujido. Creo que se me han partido las pestañas. Me tapo la cara con las manos enguantadas y avanzo casi a ciegas. El mundo es inhabitable bien decía Reinaldo.

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Martes, 18 de enero de 2022

Encuentro una entrevista que me hicieron en 2003 y la mayoría de las cosas que digo son tonterías, y lo peor, pensamiento grupal, quién era ese tipo, me digo. Dentro de diecinueve años si llegara a leer las entrevistas que me hacen hoy pensaré lo mismo. Pero lo más probable es que no las lea, el que sería yo por entonces se habrá extinguido dejándome inconcluso seguramente.

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Lunes, 17 de enero de 2022

Vino Espada y cocinó langostinos y bebimos champán francés. Lo menciono porque cocinar los langostinos se convirtió en una operación alquímica, la transformación de un material laxo, y la baba fea de lo orgánico adjunta, en piezas de orfebrería, en áureo sedoso crujiente lo justo, y sol apolíneo. Cocinar es siempre liberar lo animal y lo vegetal de su ordinariez y de su tripa de origen. Pero. Espada fue mucho más allá los animalejos resucitaron y eran como chupar un lingote fulcanelli y saborear su derretida alhaja.

Y cantamos hasta el anochecer rodeados de beldades, y si no, no, y una de ellas me autorizó a poner esta foto para ilustrar mi felicidad.

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Domingo, 16 de enero de 2021

Con los gallegos, sin embargo, el Libro V del Códice Calixtino (Guía del peregrino medieval), se muestra más piadoso:

“Después de pasada la tierra de león y los puertos del monte Irago y monte Cebreiro, se encuentra la tierra de los gallegos. Abunda en bosques, es agradable por sus ríos, sus prados y riquísimos pomares, sus buenas frutas y sus clarísimas fuentes; es rara en ciudades, villas y sembrados. Escasea en pan de trigo y vino, abunda en pan de centeno y sidra, en ganados y caballerías, en leche y miel y en grandísimos y pequeños pescados de mar; es rica en oro y plata, y en tejidos y pieles silvestres, y en otras riquezas, y sobre todo en tesoros sarracenos. Los gallegos, pues, se acomodan más perfectamente que las demás poblaciones españolas de atrasadas costumbres a nuestro pueblo galo, pero son iracundos y muy litigiosos”.

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Sábado, 15 de enero de 2021

Para lo que estoy escribiendo leo el Libro V del Códice Calixtino (Guía del peregrino medieval), escrito a mediados del siglo XII. Encuentro esto sobre los navarros y los vascos, tan interesante:

“Los navarros y los vascos son muy semejantes en cuanto a comidas, trajes y lenguas, pero los vascos son algo más blancos de rostro que los navarros. Éstos se visten con paños negros y cortos hasta las rodillas solamente, a la manera de los escoceses, y usan un calzado que llaman abarcas, hechas de cuero con pelo, sin curtir, atadas al pie con correas (…) Comen, beben y visten puercamente. Pues toda la familia de una casa navarra, tanto el siervo como el señor, lo mismo la sierva que la señora, suelen comer todo el alimento mezclado al mismo tiempo en una cazuela, no con cuchara, sino con las manos, y suelen beber por un solo vaso. Si los vieras comer, los tomarías por perros, pues su lengua es completamente bárbara”.

“Este es un pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en costumbres y modo de ser, colmado de maldades, oscuro de color, de aspecto inocuo, depravado, perverso, pérfido, desleal y falso, lujurioso, borracho, en toda suerte de violencias ducho, feroz, silvestre, malvado y réprobo, impío y cruel y pendenciero, falto de cualquier virtud y diestro en todos los vicios e iniquidades (…) En alguna de sus comarcas, sobre todo en Vizcaya y Álava, el hombre y la mujer navarros se muestran mutuamente sus vergüenzas mientras se calientan. También usan los navarros de las bestias en impuros ayuntamientos. Pues se dice que el navarro cuelga un candado en las ancas de su mula y de su yegua, para que nadie se le acerque, sino él mismo. También besa lujuriosamente el sexo de la mujer y de la mula (…) Siempre que un navarro o un vasco va de camino, se cuelga del cuello un cuerno como los cazadores y lleva en las manos, según costumbre, dos o tres dardos que se llaman azconas. Al entrar y salir de casa, silva como un milano. Y cuando estando escondido en lugares apartados o solitarios para robar desea llamar silenciosamente a sus compañeros, o canta a la manera del búho, o aúlla igual que un lobo.”

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