Estampas
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Lunes, 18 de abril de 2022_
Paseo por el bosque. Campos de forraje en los que el perrito salta como si el verde fuera agua. Tierra roja y el aire alto y recién aderezado. Siete kilómetros, más o menos. Al regreso, aperitivo: godelo de la cuenca del Duero queso suizo de alta gama y un chorizo de León que me dijo la xarcutera que es lo máximo, y parece que sí, al probarlo. Lo que quede del chorizo lo usaré para las aluvias que pienso hacer mañana. Tengo mucha lectura atrasada, hoy trataré de adelantar un poco. Y ahora me voy a preparar la comida. Arrocito con guisantes y filetes de merluza al horno sobre una cama de cebolla puerros y pimiento rojo, y más godelo claro está que la vida del exiliado como dicen los escritorzuelos culoansiosos de un premio patrio, y toda suerte de abyectos lloricas tribales, es muy dura.
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Domingo, 17 de abril de 2022
Termino de poner a punto Diosa, la segunda novela que publicaré en lo que he dado en llamar la Biblioteca Juan Abreu. En ella, iré devolviendo a la vida (cursilería), y a nuevos lectores, mis libros agotados. Cinco cerverzas, A la sombra del mar, Accidente, El reto, Gimnasio, entre otros. Todo será reescrito (más o menos) y mejorado, o eso creo. Las versiones que publique la Biblioteca Juan Abreu, las considero finales y definitivas.
Acaba de aparecer la edición española de Debajo de la mesa, como saben. También, muy grata noticia, aparecerá en versión francesa gracias a la formidable traducción de François Vallée. La segunda etapa de esta aventura editorial será publicar mis libros inéditos. Por el momento, he terminado: Mo y yo (una historia de amor), y trabajo en dos libros que espero concluir en los próximos meses: Vida de perro, dedicado a mis perritos, y Señor Abreu, una novela corta que comencé durante un reciente viaje a Santiago de Compostela, y que será, tal vez, el más impublicable de los libros que he escrito. ¿Para qué perder tiempo enviando manuscritos demasiado incorrectos (en la jerga actual), para los grotescos tiempos que vivimos, a editoriales que no se atreverán a publicarlos? Tiempo no me sobra, así qué.
Ayer de fiesta, nos acostamos muy tarde y hoy amaneció el día lamido y poroso y cubierto de esa rubia pelusa infantil que siempre anuncia días felices. Así qué.
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Viernes, 15 de abril de 2022
Sueño blando y redondo. Y cuando abro los ojos, gran sol. Y han regresado los estorninos. Después del desayuno, salimos a pasear los perros. ¡Calor al fin! Qué maravilla las calles vacías. Todo sería más agradable si desapareciera la mitad de la población mundial. Al regreso, Amazon me ha dejado un sobre y ¡albricias! mi Debajo de la mesa, qué emoción. No moriré del todo (ni yo me lo creo). Hay que celebrar. Voy a buscar vino blanco que sólo hay rojo en casa. De Cádiz. Babilla fina. En el coche una cantaleta del Papa. El dolor, dice, la obediencia, dice, el sufrimiento, dice, los pobres, dice (desde su palacio, puto hipócrita masoquista). Compro también quesos, pan y guacamole. Y jamón para los perros que les gusta su jamoncito por la mañana para empezar el día, que no les falte. Preparo el tentempié (qué bella palabra). Bebemos. La vida es meterse cosas en la boca. Manoseo el libro como si fuera una teta de la Bellucci o el culo de la Kardashian. Qué lindo ha quedado mi niño. Más tarde comeremos garbanzos. Y haremos, si no me pongo a leer, una siestita. Y lo que queda del día se marchará como se marcha todo. Pero.
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Jueves, 14 de 2022
La protagonista de este libro es mi madre. Y Marta, la persona a quien se debe que lo haya escrito. Soy un exhibicionista y un egocéntrico, pero nunca pensé en escribir mis memorias (los niños no escriben memorias). Pero. A lo largo de los años que hemos vivido juntos, a Marta le gustaba (¡qué digo, le encantaba!) que le contara anécdotas de mi infancia y juventud. Del tiempo que viví pobre pero feliz, antes de que nos liberaran. Y de mi hambre y otros infortunios y aventuras, ya bajo la dictadura de los Castro. En cierto momento, mi mujer comenzó a insistir en la necesidad de recoger en un libro esas anécdotas. Me resistí un tiempo. ¿A quién puede interesarle todo eso? Pensaba. Pero. Ella puede ser muy persistente. Ahora que el libro existe, me alegro de haber rescatado al menos una parte ínfima de ese mundo ya desaparecido.
Mi madre es la protagonista de este libro. Y yo nunca he salido de debajo de aquella mesa donde me escondía a leer; ahí estoy a la espera de que ella se asome otra vez como solía, y me mire llena de orgullo.
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Miércoles, 13 de abril de 2022
“Como apaches, silenciosos, alertas, las armas listas (tirapiedras, arcos y flechas, tirachapas), cruzamos las urbanizaciones y nos adentramos en el bosque que circunda el hospital de los tuberculosos. El suelo blando y oloroso. Mima nos advertía siempre de que no tocáramos nada que encontráramos en las cercanías del hospital, para que no se nos pegara la tuberculosis. Que podíamos morirnos si agarrábamos la tuberculosis. Decía muy seria. Aquello nos impresionaba, aunque teníamos una idea muy vaga acerca de la muerte. Una vez Mima trató de explicarnos qué era la muerte. Básicamente, concluí, la muerte era que no la veríamos más a ella. Que no la veríamos nunca más. Ciertamente la muerte parecía algo espantoso.”
“Pero transcurrieron muchos años antes de que comprendiera que mi madre tenía razón, que su manera de explicar la muerte era la más acertada: la muerte es aquello en lo que se convierte el mundo cuando ya no puedes ver a tu madre nunca más”.
Ya está a la venta la edición española de Debajo de la mesa.
Pasen y lean.
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Martes, 12 de abril de 2022
Nublado. La piscina aún turbia. En el naranjo, frutos grandes y amarillos, y azahares, todo a la vez. Té negro. Mandarinas. TVE socialista. VOX contra la progresía, la chochocracia y la mandanga autonómica en Castilla y León. Bien. Desde que me levanté, dolor de cabeza. Las diez de la mañana y luz crepuscular. Esto en los diarios de Gombrowicz: “Cuando llegamos a Viena, vi grupos de gente con antorchas, vitoreando. Los gritos ¡Heil Hitler! llegaban hasta nuestros oídos. La ciudad enloquecía. Comprendí: era el Anschluss. Hitler estaba entrando en Viena”. Puta Viena. Sigue nazi no se dejen engañar. El gran problema de Europa es que Hitler siempre está entrando en Viena. Y que el corazón de Europa está dividido en dos: una mitad fascista y una mitad izquierdista. (Ah, y una grasa epicárdica encarnada por el bobo Macron). Europa se suicidó al matar a sus judíos. Dijo Steiner, y tenía razón. Ahora queda el fantasma de Europa. Cuando le crece el fascismo al fantasma, los europeos agitan patéticos la banderita roja. Sin comprender que es la misma bandera. El monstruo está en nosotros tiene dos rostros y nunca dejará de alzarse. Nunca. El problema es la especie. Los perros duermen en los butacones de leer. Ya alcanzaron la sabiduría de vivir sólo el instante y pueden descansar en paz. Lluvia fina.
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Lunes, 11 de abril de 2022
(Por Semana Santa). Respeto el sentimiento religioso. No así a la Iglesia organizada. Guerras, oscurantismo, desprecio de la ciencia y la razón, hordas de pedófilos, lunáticos, conspiraciones asesinas en busca de riqueza y poder, salvajismo bendecido, fanatismo, y sobre todo la instauración del gran chantaje de la “otra vida”, chantaje mediante el cual han expoliado, robado e impuesto sus absurdas fantasías a medio mundo. Siempre con el ojo puesto en el culo de sus fieles (en cómo lo usan) ¡qué obsesión con el culo de los creyentes! y en sus bolsillos.
Y de las mujeres sometidas y humilladas mediante el dogal del pecado, segregadas y mentalmente mutiladas por el simple y natural hecho de desear, de querer vivir una vida libre y gozosa. De querer follar por placer y no para parir, en fin, qué decir.
Ya me gustaría creer en un ser superior y todo eso. Aunque, si creyera, tendría un gran problema con sus decisiones (si nos creó, es responsable de su Creación, desentenderse es una canallada). Pero se me hace imposible. Razones sobran. A mí me basta con un pabellón de niños con cáncer. La Historia de la Iglesia organizada y de sus religiones es una historia de salvajismo, guerras, abusos, masacres y horrores incontables. Hay quien cree que todo eso tiene un propósito. Yo no. Si esa creencia ayuda a la gente a soportar el peso del horror de la extinción y de la ausencia de sentido de nuestra existencia, bien. Estupendo. Me alegro. No tengo ningún problema con el sentimiento religioso. Repito. Pero. El gran problema sigue intacto, al margen de cualquier argumentación. Estamos solos y condenados. Y basta razonar un poco para hallar esa terrible evidencia.
Y otra cosa. ¡Gracias a Dios! Exclaman los creyentes cuando uno de esos niños con cáncer que mencionaba antes, logra salvarse gracias única y exclusivamente a la Razón y a la Ciencia. ¡Gracias a Dios!
Por favor, un poco de decencia.
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Domingo, 10 de abril de 2022
En Sevilla fuimos a una iglesia y tenían allí casi listos los llamados pasos, es decir los artefactos en los que pasean a los santos, en este caso una Virgen, durante Semana Santa. El interior de la iglesia era bonito y todo eso y hasta había un muñeco supongo que de yeso o algo parecido encaramado en un borrico todo muy realista y eso. Y muchas velas encendidas. Y la cara de la Virgen en cuestión asomando de una capa púrpura si recuerdo bien con su corona y todo eso en plan espiritual y otros mundos y la resurrección de la carne y todo eso. Afuera, en la plaza frente a la iglesia, una multitud cantaba, reía, bailaba, comía alborozada y se ponía a tono para follar. Siempre he creído que todos estos santos venerados y celebraciones adjuntas son un pretexto para cantar, reír, beber, comer y follar. Muy bien. Faltaban unos días para el inicio de la Semana Santa y por suerte nos iríamos antes de la ciudad.
Las tradiciones son una suerte de peste bubónica mental. Y si asociadas a las religiones, doblemente bubónicas.
Hoy leí un artículo de Jorge Bustos que está en Sevilla por lo de Semana Santa. Y mientras lo leía pensaba en que a la gloria se va por el dolor es decir se va por la peste bubónica, y pensaba en lo que me gustaría sorprender al borde de un barranco al Papa y a Kirill el patriarca ruso con nombre de cerveza japonesa y pegarles una patada en el culo.
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Sábado, 9 de abril de 2022
Comienzo a leer mi regalo de cumpleaños. Primero El guardián en el trigal, de Salinger, del que sólo resistí unas pocas páginas en las traducciones españolas. Veremos si esta traducción cubana, de la que tengo muy gratos recuerdos, es lo que era. Después Fuera de juego, del poeta Padilla. Y los cuentos de Akutagawa a continuación. Eso, mientras leo otros libros, naturalmente. Ya estoy acabando El hombre polígamo de Esther Vilar, y regreso esporádicamente a El ingenio de los pájaros de Jennifer Ackerman y a los Diarios de Gombrowics. Y a la espera, El terror rojo, de Wenceslao Fernández Flores. Qué corta la vida y tanto que leer.
A la gente que no lee la considero subhumana, dicho sea de paso.
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Viernes, 8 de abril de 2022
Que el señor (gallego primero) Feijóo no haya puesto a Cayetana Álvarez de Toledo a liderar la batalla cultural contra la extrema izquierda, y contra las fuerzas tribal-racistas catalanas y vascas, lo dice todo del PP del señor Feijóo (gallego primero). El desprecio a Álvarez de Toledo y la pusilánime retirada de la señora Ayuso, que debió aspirar a la presidencia del PP nacional y de España, son signos decisivos de la renuncia del partido PP a regenerar el partido PP.
Entre sacar al PP de su tradicional papel de escort masoquista del PSOE, o dar un vuelco decisivo a la política española, el PP ha elegido “volver al pasado”, es decir seguir de escort masoquista. Ha elegido el puterío del bipartidismo español y la corruptela institucionalizada del bipartidismo español. Y, por favor, plumillas, no empiecen a cacarear; un país donde los políticos legalizan la desigualdad mediante aforamientos y privilegios a tribus antiespañolas, mientras emputecen la Justicia, la Educación y los Medios de Comunicación, reparten sinecuras obscenas sin el menor pudor (y de por vida) a sus fieles, e invierten miles de millones del presupuesto nacional en procurarse votos cautivos, léase políticas identitarias y de género, es un país institucionalmente corrupto.
Cayetana Álvarez de Toledo debe fundar un nuevo partido y convertirlo (si alguien puede es ella, que goza de una popularidad inmensa, he sido testigo de ello estos días) en partido bisagra para quien llegue al poder. Si, con suerte, son VOX y PP, desde esa posición (como ha hecho el pujolismo catalán y el antiespañol y racista PNV durante décadas), podrá arbitrar la política española, exigiendo a ambos partidos que no vendan al ciudadano español libre e igual (como hasta ahora) al tribalismo antiespañol. Si esta mujer excepcional tiene un futuro en la política española, es ese.