Estampas
5160
Martes, 8 de noviembre de 2022
Comienza el día con una noticia terrible, ¡desaparecerá el queso parmesano! Ya no se podrá criar a las vacas con cuya leche lo fabrican. Por lo del cambio climático. A los que gusta el queso parmesano, que sepan… dice el tipo de la televisión. El planeta está a punto de estallar y a la especie le quedan dos afeitadas (lugar común). ¡Falta poco! ¡Al borde de la extinción! Proclama el jefazo de la ONU, ese aquelarre. Preparo el té y anoto: tengo que ir a comprar más té. Hoy usé las dos postreras bolsitas. Veo además a Macron dándose la lengua con Maduro, Macron siempre me ha parecido un poco loca. Entra el gato maullando, lastimero. Quiere que lo acaricie. Lo acaricio. La hecatombe climática me recuerda lo del agujero de ozono. Cuando lo del agujero de ozono (alguien estaría haciendo toneladas de dinero con el asunto) faltaba muy poco para que el sol nos achicharrara. La idea me gustó tanto que escribí tres novelas formidables sobre un mundo devastado y sin capa de ozono: lo del ozono a mí me vino muy bien. Ya nadie habla de la capa de ozono. Lástima. Era un tema estupendo. Sólo veo la televisión mientras preparo el desayuno, cinco o diez minutos. Pero. Queda claro que la campaña del cambio climático es mil veces mayor y mejor financiada que la campaña del agujero en la capa de ozono. Lo que me hace pensar que hay mucha más gente haciendo dinero con lo del cambio climático. En cualquier caso, yo estoy de parte del planeta. Ojalá termine con la alimaña humana de una vez. Si se va a acabar el parmesano, ¿para qué vivir?
Y ayer, quedémonos en el fin del mundo, veo una peli (idiota y doctrinaria) para complacer a las niñas, y en la peli Sherlock Holmes tiene una hermana que es la que resuelve los casos, Sherlock, en general, es bastante lento; y Moriarte el delicioso Moriarti se ha convertido en una mujer negra muy fea; y Lestrade ahora es mulato o medio indio o algo así; y el doctor Watson mi querido Watson ¡es tambien negro!
El fin del mundo.
5159
Lunes, 7 de noviembre de 2022
La excesiva inteligencia en ocasiones nubla el juicio y la razón.
5158
Domingo, 6 de noviembre de 2022
Biblioteca Juan Abreu/3.
Ya a la venta en Amazon/Ebook y paperback.
5157
Sábado, 5 de noviembre de 2022
Llega (creo) el invierno: esa sensación al despertar a salvo bajo la manta de que afuera merodean osos polares. Es de lo más agradable. Pero. Hay que levantarse. Voy a buscar café que se había acabado. No para mí, yo tomo té negro. Me achuchan y dan un besito, por lo del café. Qué vida. Desayuno. Un poco de mango, la mayor parte se la doy a las niñas, la mitad de un plátano y una mandarina. Dedeo ei diario. Santocielo. Qué atroz página dos. Sigo pasando rápido. Menos mal que hay una amorosa muy divertida y hasta lubricada cosa de Lucas Lírico sobre la novela de un Simón. Y en la última página una columna del buen Bustos sobre Olona. Tal vez tenga razón no digo que no. Pero podría ser al revés. Que el nuevo extremismo subnormal (¡pero qué le ha pasado a esa mujer ha perdido hasta sus mayestáticas tetas!) y clerical de Olona tenga el efecto contrario. Es decir que mejore a VOX, que lo empuje a la senda de una derecha civilizada una derecha inteligente sin dejar de ser contundente, que falta que hace. La izquierda no es una opción. La izquierda en España hoy por hoy (lugar común) es una forma de imbecilidad, de bajeza, de campo de exterminio para los ciudadanos españoles libres e iguales.
A ver.
5156
Viernes, 4 de noviembre de 2022
Termino de revisar Gimnasio, un libro que publiqué hace veinte años. Y. Descubro que añadí dos capítulos al texto original. Después de su publicación en 2002. Pensando en una segunda edición, supongo. No recuerdo cuándo escribí estos nuevos capítulos. ¿Recién publicado Gimnasio (Poliedro), años después? Siempre digo y escribo Gimnasio, pero el libro se titula en verdad Gimnasio. Emanaciones de una rutina. De ahí mi blog. Casi no recordaba nada de Gimnasio, salvo que transcurría en un gimnasio del barrio de Gracia. Su relectura me ha devuelto, lo que son las palabras, aquel ser pletórico, sano, vigoroso, voraz, hermoso y hasta lozano que fui al escribirlo. Me ha devuelto una Barcelona que ya no existe y que amaba. Y me ha devuelto a mi padre, que murió mientras yo nadaba en el gimnasio.
La segunda y definitiva edición ha demorado veinte años, pero verá la luz (lugar común) este mes de noviembre. Un título más de la Biblioteca Juan Abreu, que pienso dejar lista antes de reventar. Si el Dios Azar, el único que existe, lo permite.
5155
Jueves, 3 de noviembre
Al hijo de un terrorista le dicen hijo de terrorista y por proferir esta obviedad llevan a Cayetana Álvarez de Toledo a juicio. Es absurdo, pero vivimos tiempos absurdos. El terrorista en cuestión es el padre de Pablo Iglesias y Pablo Iglesias hijo de terrorista en seminal consecuencia.
A cada rato digo a algún amigo que Cayetana debería fundar su propio partido Libres e Iguales y aspirar y trabajar para conseguir cinco o seis escaños en el parlamento español. Con cinco o seis escaños lleva gobernando España el PNV (vascos primero) décadas, así que. Un partido como el PNV, pero en decente y primero ciudadanos españoles libres e iguales, es lo que necesitamos.
Pero. Me temo que Cayetana le queda grande a cualquier partido político español. Demasiado grande incluso para un partido fundado por ella.
5154
Miércoles, 2 de noviembre de 2022_
Veo todos los días videos en los que la policía, y esbirros religiosos musulmanes varios, abusan, golpean y disparan contra ciudadanos iraníes indefensos que reclaman libertad. Por ejemplo, que las mujeres no tengan que disfrazarse de monas para no provocar a los machos de Alá, ¡vade retro mujeres que se les pone morcillona a los machos de Alá!
A todos ellos, valientes iraníes les digo lo mismo que digo a los cubanos (y a los venezolanos y nicaragüenses): hay que matar. Una dictadura religiosa (y las dictaduras comunistas ¿qué son?) no se puede enfrentar y mucho menos derrotar pacíficamente. No sólo es absurdo, es suicida. Hay que armarse y matar. ¿Quieren ser libres? Muy bien. Pues hay que matar. Es duro, lo sé. Pero no hay otra alternativa. Todo el que hable de librarse de esas dictaduras pacíficamente es un imbécil culogordo occidental, o un canalla culogordo occidental. Todo lo que no sea usar la violencia contra esas dictaduras, es cháchara cómplice.
5153
Martes, 1 de noviembre de 2022
Tengo un amigo en Miami, abogado, especialista en casos de libertad de expresión. Hablábamos sobre el tema cuando yo vivía en Miami. Un tema que me interesaba y me interesa mucho. Pensé en este amigo al leer el editorial de hoy del diario El Mundo. El editorial cree “imprescindible que el nuevo propietario (de Twitter) cumpla con su compromiso de establecer en la red social un sistema de moderación de contenidos que evite, entre otros peligros, la difusión de mensajes de odio”; y que “sería deseable que los gobiernos propiciaran la existencia de órganos de autorregulación en las empresas con mayor influencia para detectar y expulsar de las redes a quienes actúan con comportamientos que en muchas ocasiones son delictivos”. Una atrocidad. Porque, en el fondo edulcorado por el buenismo redactor, eso equivale a coartar la libertad individual y la libertad de expresión. Las leyes sobre la libertad de expresión, este era un tema recurrente de conversación con mi amigo, sólo aplican al mundo gubernamental. Se puede demandar al Estado por no respetar o violar la libertad de expresión de un ciudadano o una empresa, pero eso es todo. En temas de libertad de expresión es antidemocrático regular a las empresas privadas y en consecuencia a los individuos. Legislar sobre sentimientos es contrario a la libertad de ser y de expresarse. De ahí que el Delito de odio en España sea censura grosera y un gesto totalitario. Niños, no odien, es malo, pero no se preocupen que Papá Estado los protegerá. Pero. Lo cierto es que todos tenemos derecho a odiar a quién nos venga en gana, y a decirlo libremente.
Cualquier regulación a la libertad de expresión (y por tanto de difusión) a una empresa privada es censura. Cualquier intento de castigar a un ciudadano por sus opiniones, es censura. Si se calumnia, para eso está la Ley. La Ley, en democracia, sólo tiene derecho a regular o castigar los delitos. Opinar no es un delito. Ofender no es un delito. La libertad de expresión es la base fundamental de la libertad individual y de la Libertad. Cualquier regulación a una empresa privada por parte del Estado, con el objetivo de que censure las opiniones de los ciudadanos que la utilizan para difundir sus opiniones es censura gubernamental encubierta.
El diario El Mundo debería saberlo. Y sobre todo no debería alinearse con el Estado Censor.
Y. A propósito
5152
Lunes, 31 de octubre de 2022
Felipe González siempre me ha causado una gran repugnancia, su impronta marrullera. Tiene mucho que ver, además, su política hacia Cuba, que consistía en chuparle el culo a Fidel Castro. Es pura conjetura, pero pienso que en la videoteca del DGI castrista Felipe González será un personaje destacado. Mucho que ver, pero no todo que ver. Felipe González fue fundamental en el endiosamiento de los partidos políticos españoles y en la corrupción y politización de la Justicia española, léase en el envilecimiento de la democracia. El vertedero que es la política española hoy, se debe en gran medida al señor González. Aznar refrendó y fortaleció la partitocracia y la decadencia democrática con sus abyectas cesiones al tribalismo catalán, pero González fue el iniciador del desmadre. Hizo esto y lo otro bien, dicen muchos. Pero. ¿De qué sirve si echó las bases de la descomposición de la joven democracia española? La gangrenada España de hoy es la España que fundó González.
Y ahora, en pleno disfrute de su condición de ricachón de la política, se dedica a apoyar a Pedro Sánchez, poniendo así una vez más a los ciudadanos españoles libres e iguales en manos de la gangrena regional catalana y vasca. Todo por el Partido. El Partido Primero. Los hombres pasan, el Partido es Inmortal.
Y como estoy convencido de la importancia crucial de Eros en la política, estoy seguro de que, como sucedió con Castro en Cuba, una enorme cantidad de españoles continúa deseando que se los folle el marrullero pero apuesto y carismático Felipe González. Ya papujo González, semejante más a una milenaria caguama o a la cagada petrificada de un puercoespín que a un ser humano. Pero. Aún. Y así votarán.