Estampas
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Martes, 19 de octubre de 2021
Lo que asombra no es que Otegui (ETA) triunfante trate de ganar poder en su contubernio con el arrodillado y moralmente corrupto Estado español, eso es lógico y cumple milimétricamente con los objetivos de ETA. Los asesinos lo soñaron y Otegui se los cumplió, que diría un castrista. Lo que asombra es que los españoles (generalizo) quieran, supliquen, ¡acepten!, si se produjera, el perdón de los asesinos. Hasta las víctimas (quiero decir los familiares de los muertos) exigen el perdón de los asesinos. Sí, sí, queremos el Perdón, queremos ¡la cartica de Aramburu! El Perdón. Pretender y aceptar (cuando se produzca) el Perdón de los etarras es una abyección, y es el último paso para alcanzar la rendición total de los ciudadanos libres e iguales españoles ante el brutal (cuenten los muertos) nacionalismo vasco.
Qué buenos somos claman los españoles (generalizo), qué socialdemócratas, qué compasivos, qué civilizados. Pero. Dejarse dar por el culo (puede gustar, eso es verdad) no es ser civilizado es dejarse dar por el culo.
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Lunes, 18 de octubre de 2021
Nuestra postura moral, ideológica o cultural se asienta en la farsa del sentido. De simular que hay sentido. Quizás esto lo cambie la ciencia en el futuro lejano, pero por el momento, al menos durante dos o tres siglos más toda nuestra vida moral, cultural e ideológica es farsa, autocompasión, frivolidad, estupidez, falsedad, ambición, hipocresía, abyección, vacío, vileza, rebaño, entretenimiento, barbarie, fanatismo, sumisión, vanidad, y la soterrada, ignorada desesperación que de la ausencia de sentido emana.
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Domingo, 17 de octubre de 2021
Hoy haré una buena pieza de salmón a la plancha, lo tengo macerándose hace horas en salsa de soja ( japonesa) con mayonesa francesa (de la buena, de la que tiene semillitas). Queda espectacular y les recomiendo mucho probar este adobo. Por lo demás, estoy acabando un libro de John Gray sobre gatos que me interesaba mucho pero que enseguida se ha convertido en un libro de filósofos, es decir un libro en que el autor se pasa todo el libro citando filósofos cada vez le doy menos valor a ese pensamiento macerado, nada original.
También una mala noticia (sobre todo para mí) fuimos ayer a caminar por el pueblo y entré en la librería a por el nuevo libro de Pinker, ¡un nuevo Pinker! me dije entusiasmado. Pero. Me puse a hojearlo y al final no lo compré, que Dios (Pinker) me perdone pero me pareció algo simplón.
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Sábadol, 16 de octubre de 2021
Me hago menos pajas antes me hacía muchas, bastantes, incluso acabado de follar, un tiempo me dio por las pajas acabado de follar, no me quedaba satisfecho o no sé qué, pero mi pito seguía morcillón largo tiempo después de correrme y, claro, había que poner coto a tan enervante situación; por suerte no me duró mucho ese arrebato. Me hago menos pajas como digo, es por la edad estoy seguro pero no quiero darle mucha importancia a lo de las pajas mientras el pito siga funcionando al menos para follar en condiciones óptimas, aunque ya no con la frecuencia de antes, antes follaba todo lo que hiciera falta y me hacía pajas por cualquier cosa a la mínima provocación qué tiempos no me estoy quejando eh he conocido a mucho joven cuyos pitos dejaban mucho que desear a mí nunca me ha pasado qué suerte ni un gatillazo (como se dice horriblemente aquí) en toda mi vida qué suerte la mía. Creo que llegaré a la muerte, al menos, morcillón.
4810
Viernes, 15 de octubre de 2021
Un arquero dispara flechas de Alá (se había convertido al musulmanismo recientemente) y mata a cinco noruegos y hiere a dos, entre ellos un policía, cerca de Oslo. He estado en Oslo, un lugar espantoso en el sentido en que son espantosos todos los lugares donde hay mucho frío. No quiero ni pensar en cómo serán los pueblos cercanos. La gente bastante fea, por lo que pude ver, con sus excepciones. Por cada rubia vikinga hermosa rubicunda y tetona noruega hay miles de rebijías, semicongeladas y empaquetadas al vacío. Y todos con esas caras bobaliconas que se le pone a los europeos después de tantos años de socialdemocracia y buenismo. El arquero zumbado de Alá (hay que estar zumbado para creer las monsergas de Alá) mató a todas sus víctimas “después de que la policía contactara con el agresor la primera vez”, ha admitido el responsable de la policía noruega, Ole Bredrup Sæverud. ¿Cómo es esto posible, se pregunta uno, iluso? Ejem. Bueno. La policía noruega va desarmada.
Si hubieran llevado armas todas las víctimas del arquero de Alá seguirían vivas. El buenismo no sólo es estúpido, como resulta obvio, también cuesta la vida a ciudadanos inocentes.
4809
Jueves, 14 de octubre de 2021
En Francia, la revuelta de los suburbios en noviembre de 2005 sería una terrorífica señal de alarma. Las pandillas de jóvenes son un sustituto de la familia antigua. Reina en ellas la ley del clan, de los caídes, la medición de fuerzas, la fascinación por el dinero y el farde. El sentimiento afectivo de pertenencia se traslada al inmueble, al barrio, a la pandilla. Su lenguaje es ético, reflejo de su somero pensamiento. Voluptuosamente somero. Como una prueba más de virilidad, toda sutileza de pensamiento y de expresión es considerada prueba manifiesta de decadencia femenina.
Preferimos la dulzura de una solución femenina, la acogida, la integración. Esta palabra se convirtió en encantamiento, religión, conjuro. Reemplazó el modelo tradicional francés de la asimilación. Renunciar a asimilar a los inmigrantes y a sus hijos era renunciar a imponerles –virilmente– nuestra cultura. Ante esta última prueba de debilidad francesa, tan femenina, los hijos de estos inmigrantes preferirán volver a la ley de sus padres idealizados, vengándolos. Sus madres los aprobaban. Ellos serían su revancha. Por ello transgredirán alegremente la ley francesa, esa madrastra a la que odian. Ellos serán hombres en esta sociedad de “tías”. Van a follarse a “Francia”, esa mujer, esa “zorra”, esa “puta”. Ellos, los hombres. Van a quemar, a destruir, a inmolar los símbolos de su dulce protección maternal, las escuelas, los transportes públicos, los bomberos. Van a apedrear a los únicos hombres que ella les envía para defenderla: los policías. Esos maderos a los que “odian”. Los únicos que se atreven a enfrentarse con ellos en un combate entre hombres. Un combate en el que está en juego el dominio viril.
Las pasiones de los hombres determinan el curso de la Historia, no los deseos civilizadores de algunas élites luminosas (si así fuese, viviríamos hace mucho en un mundo en paz). Por eso es tan interesante el acercamiento sexual de Zemmour a la realidad francesa y europea, sociedades que se feminizan mientras son invadidas por culturas viriles que ven, con razón, la feminidad social y cultural francesa y europea como una debilidad. Descartar las ideas de Zemmour por un supuesto racismo es simplón, y es una muestra más del pensamiento grupal que asola en España el pensamiento libre. Leerlo, como sucede con cualquier pensador, no es estar de acuerdo con todo lo que dice.
Hay que leer a Zemmour.
4808
Miércoles, 13 de octubre de 2021
Hablo con mis verduleras y les anuncio, casi al irme cargado de mandarinas, que tal vez dejen de verme por un tiempo; ¿te vas de viaje? me preguntan y no, les digo, estaré en la cárcel, con la nueva ley de miradas lascivas no creo que permanezca en libertad mucho tiempo, y mientras sueltan sus vivíficas risotadas trato de convencerlas de que no es cosa de gracia que se trata de un asunto muy serio, que ¡yo sólo miro a las mujeres de forma lasciva, no creo que exista otra forma de mirarlas, que mi vida de hombre libre y viril está llegando a su fin. Pero ellas no paran de reír. Ya ni mis verduleras me toman en serio.
Y. Otra cosa. Mientras preparo el desayuno, a veces, veo el programa rosa de Ana Rosa Volcán (se ha cambiado el apellido, me informan). Y allí me encuentro con un reportaje sobre el turismo, cómo se va recuperando y eso, dicen, y ponen una escena de playa y pixelan a una mujer que toma el sol toples en tetas se entiende ¡le pixelan las tetas!, no lo podía creer la mujer tomaba el sol en la playa por los motivos que fuera en tetas y Ana Rosa Volcán y su programa deciden que hay que pixelarle las tetas a la mujer porque (supongo) provocan miradas lascivas, enervaban al macho sucio y criminal que todos llevamos dentro y lo induce al pecado (¿suena algo musulmán, o son cosas mías?) de la carne. Siglos de libertad, progreso e Ilustración y Ana Rosa Volcán y su televisión los echan por tierra en diez segundos.
La Libertad demora siglos en establecerse pero basta un imbécil un cobarde un matón o un puñado de asesinos para sumirnos otra vez en las tinieblas.
4807
Martes, 12 de octubre de 2021
De la actualidad política española lo más importante sin duda es lo del nuevo peluquín de Ximo Puig, presidente de la Generalidad Valenciana. Cuando vi su foto con el nuevo peluquín no saben la alegría que sentí. No hagan caso de mi fama, tengo buen corazón.
Como todos saben, fui el primero (creo) que llamé la atención sobre el drama del señor Puig y su antiguo peluquín, el clásico peluquín espantachochos. Un peluquín espantachochos es lo peor que puede sucederle a un hombre, destroza su vida sexual. Describí la situación en mi Eros y política, un libro imprescindible (perdonen mi inmodestia, pero es verdad) para entender la política española:
“La vida sexual del señor Puig debe ser equivalente a cero, colijo, ¿qué mujer es capaz de soportar que ese peluquín erizado de púas vulgar y amenazante se le meta entre las piernas aferrado a la cabeza del señor Puig? No creo que exista tal mujer. Olvídese el rostro de chino petrificado del señor Puig. Olvídese la estampa de rocín apaleado del señor Puig, olvídense sus orejas nosferáticas. Algunas mujeres muy generosas o pragmáticas podrían sortear esos obstáculos. Pero. Lo del peluquín es infranqueable”.
El cerebro del señor Puig no tiene ya remedio, completamente envilecido por la imbecilidad de la jerga local y el tribalismo más rumiante, pero al menos su vida sexual mejorará un poco. Hay que alegrarse. Desde aquí le mando mis felicitaciones y mis deseos de que los chochos en lo sucesivo no salgan corriendo aterrados en presencia de su peluquín.
4806
Lunes, 11 de octubre de 2021
(Bis) Lo de VOX, el todos contra VOX de la progresía española y de sus periódicos (comandados por El País) y las televisiones, no es un asunto ideológico. Es un asunto psicológico, una variante del síndrome de Estocolmo. Desde el mismo inicio de la democracia española la socialdemocracia (de derecha y de izquierda) ha trabajado en la implantación de un paisaje mental cuyo propósito es la creación de una manada moral. Quien rete ese paisaje mental esa moral de grupo y su pensamiento grupal, es el enemigo. La ideología es secundaria. (Las razones de las tribus catalana y vasca son diferentes: es el único partido que constituye para ellos una verdadera amenaza). Esa manada moral estigmatiza cualquier idea que amenace las murallas que protegen el hábitat socialdemócrata e izquierdista. Tratar de atravesar esas omnipresentes murallas socialemócratas constituye una aberración. Este estado de cosas se entiende perfectamente al ver las reacciones de la manada moral ante la idea de eliminar las autonomías, recuperar competencias para el Estado, regular la inmigración o españolizar España. Progresista en España, significa vivir feliz y superiormente al amparo de la sombra moral de la socialdemocracia (de derecha e izquierda; la actitud del PP hacia VOX en nada se diferencia de la del PSOE) y el izquierdismo. Fuera de esa benéfica cobertura, fuera de las murallas, sólo hay fascismo.
VOX es la puerta que dice que hay vida fuera de ese cobarde retrógrado y antiespañol paisaje mental socialdemócrata. Por eso hay que destruir a VOX. VOX es lo indecible, es la manera de escapar de la jaula socialdemócrata. Por eso lo odian tanto.
4805
Domingo, 10 de octubre de 2021
Cocino. Pollo al horno. El pollo macerado en salsa de soja y mostaza francesa desde ayer, con su cama de patatas, cebolla y ajos. Solecito. Son las últimas comidas o cenas en la terraza y el Jardín y apuramos el placer, ya lo dice un amigo sabio que no pase un día sin un momento de belleza y sin un momento de placer. Mientras me vestía Marta entró en el vestidor y me abrazó y así estuvimos oliéndonos mi cabeza en su cuello y el mundo ordenándose. Ese es el momento de belleza de hoy, digo, el de placer será el pollo (y arroz blanco y yuca ligeramente frita en su mojo) en la terraza con un vino muy especial y unos dulces rusos (oxímoron) que traerá Ferrer. Marta mientras preparo la pitanza ha puesto música boleros cómo no y en cierto momento Omara Portuondo (esa yegua siniestra) irrumpe y digo pero qué atrevida esta yegua chivata esbirra delatora huele culos arrastrapanza castrista segundona sumisa cómo se atreve y eso basta para que Marta cambie a la legendaria lista de Espada. Tus ojos me recuerdan las noches de verano. Pero cómo se atreve esa yegua siniestra a cantar las canciones de María Teresa Vera, pero qué yegua más atrevida, digo. Y todo esto mientras las niñas construyen en los teléfonos un bunker para refugiarse de los zombis y los monstruos, y pregunto ¿cuándo se gana en ese juego?; y gana el que sobrevive me responden, e igualito que en la vida, pienso.