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Sábado, 26 de abril de 2025

«Lo que Juanito ve desde Debajo de la mesa es un mundo en extinción. El banquete de Nochebuena, la exuberancia de los puestos de pescado de la plaza, el zumo de naranja y zanahoria (o berenjena) que, por prescripción dietética, tomaban gratuitamente los escolares… “De todo ello nos fue liberando la Revolución”, subraya Abreu, en una letanía que contiene más angostura que amargura. A fin de cuentas, su memoria no es sólo el flagelo que se alza contra el fidelismo, sino también un reducto de felicidad, el lugar en el que confluyen el padre y la madre bailando agarrados en el comedor, el esplendor de la palabra “me-lo-co-to-ne-ro”, el descenso en patines de Poey al Malecón, la infinidad de pajas a costa de la China, el estallido de un aguacero (la celebración de la naturaleza se cuenta, junto con los retratos de algunos personajes, entre los pasajes más memorables del libro). Recuerdos en vilo, de los que el autor, cumplidos los 70, desconfía en ocasiones, como si los hechos, en verdad, no hubieran sido, no hubieran podido ser tan asombrosos».

José María Albert de Paco


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