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Lunes, 21 de abril de 2025

Veo en el inodoro, que es donde miro Instagram mientras, como se decía antes, doy de cuerpo, un artículo del periodista Sostres. Está dedicado a un joven catalán de buena familia. Y llama mi atención que el joven catalán, que desea ser director de cine, diga que “mientras me forme quiero vender drogas”. Siento una gran repulsión por los drogatas y por todo lo relacionado con el consumo o tráfico de drogas, supongo que por eso llamó mi atención la aspiración a camello del joven.

España es uno de los países más drogatas del mundo y no es nada raro que el futuro director de cine planee vender drogas, está en el ambiente y debe ser un buen negocio. No aclara si las consumirá. El periodista Sostres hace publicidad al joven aspirante a director de cine y camello: si usted quiere comprar arte catalán, hable con él. Exhorta Sostres. Sus razones tendrá.

Sostres es un nacionalista catalán y piensa que Cataluña es un país y que existe el arte catalán. Cualquier persona menos tribal, sabe que lo que existe es arte español hecho por españoles nacidos en diferentes regiones de España. Pero los nacionalistas no pueden vivir sin esas fantasías y lo que es peor, sin tratar de imponerlas a todo el mundo.

Dice Sostres que el joven aspirante a director de cine y camello es o debe ser el futuro de Cataluña ¡hay esperanza! Conjeturo que para el periodista Sostres ese futuro luminoso será uno de niños pijos trapicheando con drogas. En fin. Todo puede llegar a ser tan frívolo y estúpido en la bestezuela humana que tal vez tenga razón.

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