5963
Sábado, 19 de abril de 2025
“La lengua y, probablemente, la literatura, son más antiguas, inevitables y duraderas que cualquier sistema de organización social. La repugnancia, la ironía o la indiferencia ante el poder, tan a menudo expresadas por la literatura, constituyen, en esencia, la reacción de lo permanente –mejor aún: de lo infinito– contra lo temporal, contra lo finito. Mientras el poder se considere con derecho a entrometerse en los asuntos de la literatura, la literatura tendrá todo el derecho a entrometerse en los asuntos del poder. Cualquier sistema político o forma de organización social constituye por definición, como todo sistema, un pretérito que aspira a imponerse al presente (y a menudo también al futuro); y nadie que trabaje con la gramática puede permitirse el lujo de olvidarlo. El verdadero peligro para un escritor no es tanto la posibilidad (y a veces la certeza) de sufrir persecución por parte del poder, sino la posibilidad de verse hipnotizado por el rostro del poder, que, monstruoso o maquillado, es siempre temporal”.
Joseph Brodsky
Hay que leer a Brodsky, sus geniales ensayos, y su poesía. Por alimentar el cerebro lo primero, pero también porque inmuniza contra la hipnosis provocada por el rostro monstruoso del Poder.
