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Viernes, 11 de abril de 2025

Me divierten los aspavientos de la prensa respecto a la editorial Anagrama, a la que algunos, yo mismo, reprochan censurar el libro sobre un Bretón, asesino de niños. Toda censura me parece dañina y creo que dicha editorial debería publicar el libro sobre el asesino. Pero, no negarán que es divertido que se acuse de censura previa a la editorial Anagrama, como si fuera algo nuevo, como si Anagrama no ejerciera la censura previa contra todo escritor “de derechas”, sea eso lo que sea. Su fundador, el señor Herralde, se vanagloria de ello, es algo público y notorio.

Por supuesto, Anagrama tiene derecho a usar su línea editorial como una agencia de publicidad izquierdista, o como le de la gana. Faltaría más, es una empresa privada. Pero hombre, sorprenderse a estas alturas de la censura previa, aplaudida descaradamente por Herralde, que practica Anagrama desde su fundación hace más de cincuenta años, es algo cómico, por no decir grotesco o estúpido.

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© Juan Abreu, 2006-2019