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Viernes, 14 de marzo de 2025

Siguiendo al gran Alejandro, que ya ha derrotado al persa Darío en Gaugamela y se adentra en la India aplastando tribus en busca del fin de mundo (como siglos después los romanos en el bellísimo poema de Szymborska), encuentro esto de Aristóteles, tutor del guerrero:

“Ten por seguro que no existe maldad o calamidad, ni inquietud o plaga en el mundo que corrompa tanto como el ascenso de los viles a la condición de nobles”.

Cámbiese nobles por políticos y se tendrá la causa del estercolero que es hoy la vida política española.

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© Juan Abreu, 2006-2019