Juan Abreu
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Mi hermano Nicolás, el pequeño de los varones, me envía tres poemas de su nuevo libro. Me provocan una gran alegría, por su desolado poderío.
Thanksgiving
Después de abarrotar los supermercados
desde temprano,
las gentes se llenan la panza alrededor de las mesas.
Raro silencio abarca la noche,
yo diría que cómplice.
Tal parece que un suicidio masivo
ha acontecido en toda la ciudad.
Sin embargo,
mis gatas me esperan en el patio.
Salgo y les doy su comida.
Nada de pavo.
No dejan de mirar, tarde tras tarde,
lo que queda del sol que se desvanece más allá,
con nuestros dioses y todo lo demás.
Noviembre 28 del 2024
Christmas Eve
El cielo hoy se nos brinda con nubes altas,
hecho ripios.
Aquí abajo todo lo ahora accesible
desaparecerá.
Miro sin interés lo que más tarde
nunca volverá a estar.
Cómo siempre un día soleado en Hialeah,
la música se entrelaza en el ambiente.
El joven tiempo baila en la luz,
llega arrasando,
dejándonos saber no sé qué
y nos pone los recuerdos y la muerte
en la misma cara,
y sigo pudriéndome entre tanta alegría.
New Year’s Eve
Primero se retuercen dentro,
me sube hasta el cuello el asco,
la amargura,
la repugnancia,
la impotencia
y el odio.
A cada segundo sobrevivo
cada vez más solo,
menos mal.
