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Lunes, 9 de diciembre de 2024
Comencé a leer Fractal de Trapiello que un amigo me prestó, no sin advertirme de que no me atreviera a devolvérselo. Yo soy de los que devuelvo los libros. Me aburrió a la primera, la verdad. Pienso intentarlo otra vez, pero estos diarios de Trapiello pretenden hacer importantes menudencias que (para mí) no tienen el menor interés y como si fuera poco padecen del mismo mal que disminuye resta grandeza e impregna de tufo comarcal la obra de Pla: no sabe contar o no se atreve a contar la intimidad. Pero. Sin intimidad no hay escritura autobiográfica ¡ni escritura! Y cuando digo intimidad digo intimidad sexual digo la mirada genital que es la única que importa. Y la única que existe, si se me apura.