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Sábado, 7 de diciemre de 2024
“Veo dibujada en la noche que yo, el ecléctico disector de doctrinas y psicoanalista de dogmas, aullando como poseído, asaltaré las barricadas o trincheras, teñiré en sangre mi arma y, loco de furia, degollaré a cuanto vencido caiga entre mis manos (…) Ya siento mis narices dilatadas, saboreando el acre olor de la pólvora y sangre de la muerte enemiga”.
“Tenemos que crear la pedagogía de los paredones de fusilamiento y no necesitamos pruebas para matar a un hombre”.
“Estoy en la manigua cubana, vivo… y sediento de sangre”.
Ernesto Che Guevara
Leo un ensayo de Sebreli sobre Guevara y (privándome de comentar su prosa rumiante) dejo aquí estas palabras del asesino, escogidas entre muchas otras que cita Sebreli. No es nada nuevo, cualquier persona que no sea un perfecto subnormal canalla izquierdista sabe que el famoso Che fue un vil asesino.
Sin embargo, sus palabras sirven, creo, para calibrar la dimensión cósmica de la bajeza de la izquierda (sobre todo la intelectual) que lo ha convertido en un referente moral.