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Martes, 15 de octubre de 2024

Hoy leí que mi admirada Ayaan Hirsi Ali ha abrazado la fe cristiana. “Me he vuelto hacia el cristianismo porque, en última instancia, la vida sin ningún consuelo espiritual me resultaba insoportable, casi autodestructiva. El ateísmo no pudo responder a una pregunta sencilla: cuál es el sentido y el propósito de la vida?”. Es respetable la necesidad de consuelo espiritual (sea eso lo que sea) de Ali, pero su planteamiento es tramposo. Para empezar, la pregunta no es nada sencilla, es la pregunta menos sencilla que puede hacerse un ser humano. Y es falso que el ateísmo no haya respondido a esa pregunta. Sí que lo ha hecho. Ha respondido: no tiene sentido. Esa es la respuesta del ateísmo. Es una respuesta dolorosa, desolada, terrorífica. Pero.

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© Juan Abreu, 2006-2019