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Viernes, 13 de septiembre de 2024

Hoy he pensado en el futuro y he decidido que cuando el catalán y el ruido de entrechocar de piedras conocido como euskera sean lenguas nacionales y obligatorias (del gallego no digo nada porque el gallego no es más que español con tropezones) y se haya prohibido el uso del español, haré voto de silencio indefinido es decir hasta la muerte, no me rebajaré a usar esas jergas. Me retiraré con mi perro y mi gato negro y las cenizas de mi niño amarillo a una cabaña lejana y recóndita a pesar de odiar el campo y odiar en general la Naturaleza, y me dedicaré a leer y a escribir no piensen que se librarán de mí. Esta vez no huiré a otro país, estoy cansado de huir; me dedicaré a escribir mi última novela que será una parodia de Fahrenheit 451 pero en mi novela quemarán sólo libros degenerados o sea los escritos en español. Viviremos por entonces en un mundo de felices lacayos y de gozosos esclavos en un mundo de todos y todas putas. Mi novela la escribiré en español, naturalmente. Aunque no la lea nadie, no me debo a los lectores a qué tarado se le puede ocurrir eso. Sólo me debo a la vida y el movimiento.

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© Juan Abreu, 2006-2019