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Sábado, 31 de agosto de 2024
Estoy leyendo un libro delicioso, Muros de Troya, playas de Ítaca, de Jacqueline de Romilly. Sabrán ustedes que Ilíada y Odisea han sido y son mis fundamentales libros de cabecera. En verdad, la literatura no sólo nace en Homero también muere en Homero. Para gente como yo, el libro de la señora Romilly es maravilloso porque permite acercarse de una manera limpia y familiar al mundo homérico. Acercarse tanto, que leyéndolo he sentido en el rostro el aliento del ponto inabarcable.