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Jueves, 22 de agosto de 2024
En el Museo (de los Premios) Nobel, compro dos fotos, una de Imre Kertéz y otra de Selma Lagerlöf. Amo a Kertész, y a Lagerlöf debo algunos de los momentos más hermosos de mi vida de lector. Todavía me recuerdo con enorme precisión debajo de la mesa, leyendo su obra maestra El maravilloso viaje de Nils Horgersson. Se ven cosas interesantes en ese museo, y otras menos interesantes. Por ejemplo, una piedra que perteneció al escritor Saramago, que al principio pensé que era la cagada de un galápago prehistórico, o del propio millonario castrista Saramago. En cualquier caso, no entiendo qué importancia puede tener guardar eso.
He colocado las fotos junto a la reproducción de uno de los cañones del Vasa, para estar a salvo de hipócritas como Saramago al menos hasta que concluya el verano. ¡A los poderosos cañones del Vasa me encomiendo!