5722
Martes, 30 de julio de 2024
“Se dice que los musulmanes inundarán y luego se apoderarán de Europa, en pocas palabras, la destruirán; se trata de cómo maneja Europa todo esto, del liberalismo suicida y de la estúpida democracia; chimpancés con derecho a voto. El final es siempre el mismo: la civilización alcanza un estado de excesivo desarrollo en el que no sólo es incapaz de defenderse, sino que ni siquiera lo quiere; en el que, de una manera irracional en apariencia, adora a sus propios enemigos. Para colmo, esto no puede decirse públicamente. ¿Por qué no? La cuestión no me inquietaría si entretanto no me hubiera convertido en una «persona pública». Empiezo a entender la coacción de la que se alimenta la gran mentira generalizada: resulta simplemente imposible luchar contra esa coacción, para el político porque pierde su popularidad y para el escritor por el mismo motivo; los buenos modales son la mentira y la renuncia total a ser uno mismo”.
Para llegar a comprender el carácter ineluctable del miserable destino europeo hay que volver siempre al gran Imre Kertész.