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Domingo, 21 de julio de 2024

Ayer mi gatico negro me despertó dos veces de madrugada, la primera porque no tenía comida y la segunda para que le abriera la trampilla que usa para salir al jardín, que estaba atascada. Y. Me quedé un momento antes de regresar a la cama con la cara pegada al cristal mientras él se perdía en la musiquita entrañable que era el jardín a esa hora (meliflua metáfora).

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© Juan Abreu, 2006-2019