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Martes, 28 de mayo de 2024

Y. Antes de dejar el tema. La superstición de la Independencia y la Soberanía en el caso cubano ha sido motivo de crímenes, delincuencias y sufrimientos sin cuento, amén de la razón principal del más grande horror de la Historia de la isla: la llamada Revolución. Toda persona honesta o informada sabe que los cubanos son capaces de convertir en un relajo prácticamente cualquier cosa. Necesitan que, en cuanto caigan en la tentación de armar uno de esos salpafueras pavorosos a los que son tan dados, alguien los llame al orden. Quiero decir, imponga el orden. Controlados, pueden ser ingeniosos, ocurrentes, laboriosos y hasta simpáticos, pero por su cuenta son incapaces de vivir sin armar una pelotera siniestra tarde o temprano. Las culturas o culturetas menores como la cubana sólo deberían existir moderadas, supervisadas y a fin de cuentas controladas por una cultura superior.

Sin la superstición de la Independencia y la Soberanía podríamos ser hoy una feliz, rica y próspera colonia, protectorado (o Estado Libre Asociado) de los Estados Unidos.

Pero.

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© Juan Abreu, 2006-2019