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Viernes, 10 de mayo de 2024
Ayer escuché al señor Antonio Caño, una persona seria e informada, decir que “hablar de la inmigración ilegal de forma genérica es un discurso de odio”. Sorprendente. Porque resulta evidente que hablar de ¡y hasta contra! la inmigración ilegal no es odiar a nadie, es pronunciarse a favor de la legalidad.