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Jueves, 25 de abril de 2024
Ahora me ha dado por poner comida a los pájaros. Al fondo del jardín, junto al limonero. Vienen de muchas clases, gorriones, estorninos, urracas, petirrojos, carboneros, herrerillos, pero sobre todo palomas, silvestres y de ciudad. Verlos me produce una alegría tarareada. Por qué. No sé explicarlo. Si estuviera vivo mi gato amarillo, gran cazador, sería un problema para las palomas. Pero mi gato negro no está interesado en la caza y no presta atención a los pájaros que se reúnen junto al limonero. He pensado un rato acerca de la razón de que me produzca tan grato y especial bienestar ver a los pájaros venir a comer. Pero no he podido llegar a una conclusión que me satisfaga.