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Domingo, 24 de marzo de 2024
Descubrí a Kértesz relativamente tarde como a Bernhard y a Márai, después de venir a Europa, si hubiera seguido en Miami estaría leyendo a liquiliqui Márquez y sus floripondios o algo peor un bodrio ilegible de Donoso o alguna argentinada de Cortázar. Pero. Por suerte vine y descubrí, aunque tarde, a estos grandes escritores a los que puedo leer y releer sin descanso. Hay que ser extranjero y fugitivo y apátrida siempre y en todas partes, no hay lucidez ni furia verdadera sin alejamiento.