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Jueves, 7 de marzo de 2024
Estoy considerando ¡otra vez!, volver a pintar. Retratos, que es lo que me apetece. Creo. Ya saben ustedes que lo que apetece suele ser algo cambiante. Y. Encontré un grupo de cuadros que pinté hace algunos años (tampoco tantos) y todavía me gustan. Entre ellos, este, que ha cambiado de significado y propósito; los cuadros hacen eso. Cuando lo pinté, pretendía ser una burla del llamado Hombre Nuevo Cubano, esa depravación, pero ahora estoy seguro de que representa algo más específico: al intelectual cubano de dentro o fuera, o de ambas orillas, o de entra y sale ¡somos el mismo pueblo!, o como se autodenomine el puterío. En la escena vemos a ese intelectual listo para recibir la lechita revolucionaria.
Creo que así se llamará ahora el cuadro: “La lechita revolucionaria”.