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Miércoles, 31 de enero de 2024
Hoy volví a encontrarme, gracias a esta entrevista con mi querida Lydia. Su grandiosa humildad, su pícara ternura. Hay un momento, en que habla del Monte como si fuera el lugar que describo en el capítulo final de mi novela Garbageland. El lugar donde concluye el viaje de los fugitivos. Escuchar a Lydia hablar del Monte como del Cielo terrenal en el que nos reuniremos con nuestros muertos, me emocionó hondamente. En la novela, Lydia es la sacerdotisa que nos aguarda en ese Cielo.
Y luego hay quien duda, yo mismo, traidor, a veces, del poder redentor de la literatura.