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Viernes, 12 de enero de 2024
La clase más rastrera de España es la intelectual. Dejando al margen como es obvio a la clase política. Verdad que a los intelectuales ya nadie los respeta ni hace caso, pero aun así, podrían mostrar un poco más de decencia. Véase al novelista Cercas. Toda la vida a la benéfica sombra de la despreciable, truhanesca y corrupta “izquierda progresista” y ahora, de súbito (será la menopausia) escribe un artículo de mayordomo ofendido donde se declara “antisistema” “pasa a la clandestinidad” y llama a la “rebelión general”; que a su juicio consiste en ¡votar en blanco y en no saludar a los políticos cuando se los encuentre! Ah, y en no sé qué de una lotería.
Menudo farsante.