5526
Sábado, 6 de enero de 2024
Y aún esto de Malcolm sobre el arte o el oficio o lo que sea de la escritura.
“Al final del relato de Borges El Aleph, el narrador va al sótano de una casa donde tiene la experiencia de encontrarse con todo lo que hay en el mundo. Ve a la vez todos los lugares desde todos los ángulos: “Vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos; vi todas las hormigas que hay en la tierra (…) vi la circulación de mi oscura sangre”. El bloqueo del escritor se deriva de la loca ambición de entrar en ese sótano; el que escribe con soltura se contenta con permanecer en el desván cerrado de la expresión parcial, con decir lo que se le pasa por la cabeza, y con aceptar que no quiere –ni puede– ser totalmente veraz, ante el riesgo de que se le entienda mal. Yo también he pasado días moviéndome inútilmente a la puerta de ese sótano prohibido”.
Janet Malcolm.