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Martes, 14 de noviembre de 2023

Ha muerto Félix, el gato de mi amigo Víctor. Félix era un gato majestuoso, aunque esa no es la palabra apropiada, mucho más exacto sería decir que era un gato augusto. Cuando visitábamos a Víctor, Félix se daba su lugar, que era, resultaba evidente, un lugar superior al de los seres humanos. Un lugar, por cierto, no exento de piedad. Como es lógico, tratándose de un animal que nos conoce. Lo único que merece existir más allá de la muerte es un Paraíso para perros y gatos. Nosotros, alimañas siniestras, no lo merecemos.

Ojalá Félix contemple a partir de ahora a su amigo desde ese Paraíso con el inalterable amor inmerecido que gatos y perros nos suelen brindar hasta el último día, tan noblemente.

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© Juan Abreu, 2006-2019