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Sábado, 7 de octubre de 2023

Escucho a mi amigo Espada en el último de sus formidables Yira Yira (que recomiendo mucho), y habla, pudibundo y pensamiento grupal, de mi condición trisexual: humanos, animales y plantas. Pobre hombre. Aún no sabe que vivir es hacer. También habló nuestro Espada, tesoro nacional, de mi amor por los animales no humanos. La historia de la humanidad, del progreso, puede resumirse en nuestro alejamiento, no de los animales, sino del más siniestro animal: nosotros. Yo hablo mucho con mi perro y mi gato y siempre que surge Espada en nuestra plática, que es a menudo, ambos se muestran muy compasivos, pobrecillo, dicen (más el perro, el gato es menos generoso y con frecuencia murmura socarrón: al menos nunca hemos sido comunistas). Y así dejan constancia de su superioridad sobre Espada.

Pobrecillo.

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© Juan Abreu, 2006-2019