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Miércoles, 4 de octubre de 2023

Ayer soñé con un canario gigante, lo acompañaba un hombre con el cabello rizado hasta el cerebro y más allá. Tengo sueños cada vez más raros, será la edad. A continuación en el sueño llegaba yo al Cielo supongo que muerto si no cómo, y comprobaba lo que toda mi vida he sospechado y hasta sabido: Dios es un coño. Aquello de la carreta y las tetas es verdad, pero el coño es la suma deidad. Después, siempre en el sueño, salí a pasear con mi perrito y dije en voz alta en el sueño no es que el perro sea el mejor amigo del hombre, es que es el único. Y entonces me despertaron las ganas de mear. Y recorrí el pasillo en la oscuridad. Y ya bien despierto salí al jardín. Y respiré el siniestro olor de las flores. Y el mundo era un soplo mortuorio.

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© Juan Abreu, 2006-2019