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Jueves, 14 de septiembre de 2023
Me envía mi hermano esta foto de los años ochenta. Lydia Cabrera, Carlos Montenegro, Enrique Labrador Ruiz. Miami. Ya Cuba no produce escritores de esta categoría, sólo produce escritorzuelos (me incluyo). Cuando la República, Cuba era un emporio de libertad (en 1959 existían en la isla cincuenta y ocho periódicos independientes con una tirada total de 796.000 ejemplares diarios, además de semanarios como Bohemia o Carteles, de circulación y prestigio continental, y producía grandes escritores.
Al escapar de Cuba, los marielitos nos propusimos honrar a estos grandes escritores que vivían empequeñecidos en el exilio, menospreciados por la academia y la intelectualidad de izquierda norteamericana y europea, e ignorados por los millonarios analfabetos cubanos. No sé cuántos jóvenes de la isla pavorosa han leído a Montenegro, Labrador Ruiz o Lydia Cabrera, pero sospecho que muchos no saben siquiera quiénes son. El castrismo no sólo ha envilecido y embrutecido a los cubanos (el llamado Hombre Nuevo Cubano más que humano es una especie de rumiante), además, ha subvertido la escala moral de valores. Ahora en la cúspide de esa escala ya no hay excelencia, libertad, pluralidad y grandeza sino vulgaridad, represión, bajeza y sumisión.
Sirva esta insignificante emanación de homenaje a estos tres grandes. Y a la Cuba que fue, arrasada por el castrismo.