Juan Abreu
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Sábado, 19 de agosto de 2023
Duermo mal, tos, malestar general, dolor de cabeza y una moquera que no me deja respirar. Pinchazos en las articulaciones. Escalofríos. Me cago en todo coger esto en medio del verano, digo, sentado al borde de la cama. Tampoco es nada especial lo de cagarme en todo me cago en todo casi siempre no tengo que agarrar un virus para hacerlo. Me pongo a pensar en los hijos de puta que me han tosido cerca en los últimos días. Cabrones, tarados, baldragas, boquimuelles, calambucos, cafres, culopollos, filimincias, gaznápiros, muerdesartenes, panarras, zambombos, rastrapajos, mamalonazos. Voy al médico. La doctora me receta paracetamol e Ibis, un antihistamínico. Es viral sólo podemos combatir los síntomas. Dice. Vuelvo a cagarme en todo pero por lo bajo. De esta doctora he hablado aquí otras veces es la que tiene unas tetas espléndidas (vade retro, Amaral) y cuando te reconoce te las pone a un centímetro de la cara, es claramente acoso sexual pero hay que ser imbécil o maricón para quejarse. Me recomienda la doctora además hacerme el test de antígenos del virus chino fabricado en China y escapado o puesto a circular por el mundo desde un laboratorio chino. Putos chinos.
A pesar de todo, hoy seguiré revisando el tercer volumen de mis emanaciones. No te detengas es la única filosofía posible, como se sabe.
