Juan Abreu
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Viernes, 18 de agosto de 2023
Veo una foto de Francina Armengol con Cristina Narbona, dos de las mujeres más feas (en todos los sentidos) de España; sólo por detrás de las abertzales que, como está certificado por las más altas instancias estéticas universales son las mujeres más feas del mundo. Las señoras Narbona y Armengol son capaces de poner en fuga a los horrendos cocodrilos del río Mara. Lo sé porque hace años viajé a África y bastó enseñar a esos monstruos una foto de ambas para ponerlos en fuga.
Yo simpatizo mucho con los ñus y las cebras que año tras año son devorados cuando intentan cruzar el río Mara. Por eso, he propuesto a varios gobiernos africanos y europeos colocar retratos gigantes de Narbona y Armengol a orillas del río. Así los ñus y las cebras podrían cruzar el río en paz. Pero. Desgraciadamente, nadie me hace caso cuando planteo estas cosas, y se lo toman a broma los muy subnormales. No crean que los políticos españoles son los únicos subnormales, la subnormalidad es una característica de la clase política mundial. Aunque hay esperanza, véase el ascenso de Bukele en El Salvador y de Milei en Argentina. No todo está perdido.
Y otra cosa. En ese viaje del que hablo vi una laguna llena de hipopótamos, la laguna no era muy grande y los hipopótamos cagan tanto que apenas había agua, todo era mierda. Una laguna de mierda. Lo primero que pensé ante aquella apoteosis excrementicia fue que una laguna de mierda como esa sería el hábitat ideal para los políticos españoles.
Propongo que se traslade el Congreso español a esa laguna africana. Peor no va a ser.
