Juan Abreu
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Sábado, 29 de julio de 2023
¡Españoles, albricias! Tengo la solución definitiva al llamado conflicto catalán y vasco. Presten atención. Hace falta un gesto de buena voluntad que convenza a los catalanes y vascos de que, al fin, aceptamos lo que ellos siempre han sabido: que pertenecen a una raza superior. En consecuencia, el Gobierno español emitirá de inmediato un Certificado de Superioridad Racial que se entregará a todo nacionalista catalán o vasco. Somos inferiores, lo admitimos. Venga ese abrazo fraterno.
El certificado no será suficiente, por supuesto. Por eso. Tras la entrega solemne del documento, se ordenará ponerse a cuatro patas con el culo empinado y dispuesto.a los ciudadanos españoles de Cataluña y el llamado País Vasco, y de toda España, Una vez en esa posición, los nacionalistas catalanes y vascos dispondrán de un período de cuarenta y ocho horas (extensible a setenta y dos si lo solicitaran los nacionalistas catalanes y vascos) para encular a los ciudadanos españoles (en edad de merecer, se entiende, aunque el Gobierno español, se comprometerá a complacer a los nacionalistas catalanes y vascos con, digamos, gustos especiales). Los ciudadanos españoles así enculados, deben mostrar durante todo el acoplamiento con el nacionalista catalán o vasco, su gran regocijo por el hecho de ser sodomizados por seres superiores, es decir por los nacionalistas catalanes o vascos. La Guardia Civil, las Fuerzas Armadas españolas, etcétera, velaran para que la ceremonia de aceptación de la superioridad de los nacionalistas catalanes y vascos, transcurra con la mayor normalidad y en un ambiente festivo. Por último, no estará permitido a los ciudadanos españoles el uso de lubricantes. No vaya a ser que se ofendan los nacionalistas catalanes y vascos.
¡Españoles! Los nacionalistas catalanes y vascos son racialmente superiores, ¡hay que reconocerlo! Pongamos fin a este diferendo absurdo que tanto daño ha causado a la convivencia y al vivir juntos los distintos. No hay indignidad en reconocer nuestra inferioridad, sólo realismo y sentido común. Acabemos con esta nefanda confrontación de una vez.
