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Lunes, 24 de abril de 2023

Hace mucho tiempo que no voy a Barcelona el llamado día de Sant Jordi, sale uno de allí con un hedor a gente y a flor insoportable. Al llegar a España si me gustaba. Cuando aquello era más bruto y mi opinión acerca de la literatura y de los literatos y hasta de la gente era otra. Del mundo editorial y los libreros no, de esos más o menos siempre he pensado lo peor. Claro, la Barcelona de hace veinticinco años era otra Barcelona. Más limpia física y moralmente, y más segura. Hace años que está en decadencia pero desde que la lerda Colau es alcaldesa semeja un vertedero y te atracan en cualquier esquina. La cultura para Colau es una amiga suya meando en medio de la calle. Escribí dos libros que tienen como escenario, como se dice, Barcelona. Uno parecido a un diario y biográfico, Gimnasio, y el otro una novela, Diosa, muy desenfadada sexualmente. Era otra ciudad. Provinciana, porque Barcelona siempre ha sido una ciudad provinciana (comparada con Madrid es una aldea), pero con cierto cuerpo y sustancia. Era otra ciudad, Y yo en sus calles como un joven dragón.

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© Juan Abreu, 2006-2019