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Jueves, 9 de marzo de 2023
Fue el primer físico que dominó la naturaleza de las funciones de onda del espectro continuo. Su contribución más original, según el físico Robert Serber, fue la teoría de la emisión por efecto de campo, una aproximación que le permitió estudiar la emisión de electrones en metales inducida por un campo muy intenso. En aquellos años tempranos también consiguió progresos en el cálculo del coeficiente de absorción de los rayos X y la dispersión elástica e inelástica de electrones.
Y todo esto ¿qué suponía en sentido práctico para la humanidad? Aunque para un ciudadano medio la física cuántica –tanto antes como ahora– sea ininteligible y suene extraña, es cierto que explica nuestro mundo material. Como observó el físico Richard Feyman, “la mecánica cuántica describe el mundo natural como algo absurdo desde el punto de vista del sentido común. Pero es coherente con la experimentación, así que espero que puedan aceptar la naturaleza tal como es: absurda”. La mecánica cuántica parece estudiar lo que no existe y que, no obstante, se demuestra verdadero. Funciona. En las décadas que siguieron, la física cuántica abriría las puertas a un gran número de invenciones prácticas que definen la era digital actual; entre ellas se cuentan los ordenadores personales, la energía nuclear, la ingeniería genética y la tecnología láser (que nos proporciona productos de consumo como el CD y el lector de código de barra que se usa en los supermercados). Si bien el joven Oppenheimer amaba la física cuántica por la mera belleza de sus abstracciones, era una teoría que no tardaría en revolucionar la manera en que los seres humanos se relacionan con el mundo.
Leo la biografía de Robert Oppenheimer de Kai Bird y Martin J. Sherwin. Sabía muy poco sobre Oppenheimer. Ahora sé algo más y sé cuánto le debo y cuánto le debemos a su portentoso cerebro los seres humanos. Gracias Robert.