Juan Abreu
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Martes, 21 de febrero de 2023
Ayer la presentación del libro de la admirable Carmen Ladrón de Guevara, que recomiendo mucho. Presentador primer espada y después, cena en el Coure. Comida poco literaturizada cosa que se agradece. Si hay tercera edición ampliada, y materia prima no falta, de mi Eros y política, incluiré a Carmen una mujer de sensualidad inusual, como macerada en puntiagudos jugos y una pizca selvática. En el grupo, la bella Añó que a resultas de su eropolitización se convertirá en objeto de deseo y sueño erótico de todo hombre español de bien. Me incluyo. Mi bella por su lado el lado supremo resplandecía como es su adorable costumbre. Y la noche transcurrió como las buenas noches: volátil, vinícola, sonora y trémula. Ya estoy retirado pero en otros tiempos una alta sustituta que nos honraba con su esbelta presencia hubiera puesto a prueba mi célebre talento cinegético. Ay. Lo peor de la edad es que vas perdiendo interés por la caza. Queda la escaramuza y la docta voluta pero ya sin derribo, despiece ni carne apretujada en la boca y su pagana degustación.
