5219

Miércoles, 11 de enero de 2023

Pasé un buen rato pendiente de la ardilla comenzó cuando estaba lavándome los dientes y noté un movimiento a mi izquierda en la ventana y pensé me han dado alcance al fin los asesinos castristas pero era la ardilla. No sé si la misma ardilla que baja del árbol al fondo del jardín y va al olivo y en ocasiones viene a la terraza. La ardilla de la ventana del baño no tenía la cola tan roja, creo. Pegó la nariz al cristal y después desapareció. Un poco más tarde di la medicina a la perrita y salí y puse comida a los pájaros y, por primera vez, frutos secos encima de la cama elástica para la ardilla. Desde donde escribo puedo ver si baja a comerlos.

No pierdas el tiempo con la ardilla y los pájaros hay mucho que hacer, me dijo en algún momento uno de mis yoes el más literato el que se toma en serio. No sabe aún pobrecillo que todo es entretenimiento pensar otra cosa es creer en que hay esperanza es decir trascendencia y sentido de algún tipo para nosotros. No lo hay. Si se sabe mirar y se mira bien no hay ninguna diferencia entre escribir un poema y mirar a la ardilla.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019