Juan Abreu
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Lunes, 19 de diciembre de 2022
Por fin terminó el bochornoso espectáculo cumbre de corrupción, misoginia criminal y estupidez religiosa extrema llamado Mundial de Fútbol. El Enano Analfabeto ha ganado no sé qué, ¡aleluya!, y se han escrito las barrabasadas y lirismos (incluso un Orfeo, qué nombre apropiado, superaba, casi, a Lucas Lírico hoy) más rimbombantes y ridículos. El nivel de irrealidad y fantasía alcanzaba cotas inimaginables en los diarios, Dioses, Poesía, Eternidad, Magia, y el resto de la cretinesca verborrea futbolística. Y en la apoteosis de corrupción del grotesco espectáculo veo en los diarios que uno de los regios sátrapas de Alá le colocó una capa trapo típico tribal musulmán sobre los hombros al Enano Anlfabeto. Para dejar claro quién ganó, y quién compra y paga: Alá. Y todo mientras el Corleone Calvo se permitía llamar al orden a la Civilización Occidental, la única que existe. Qué panda de mierdecillas culoabiertos vendidos y sumisos en el bando civilizado (más o menos, véase algunos chimpancés del equipo argentino).
El resultado final del llamado Mundial de Fútbol es el siguiente: Occidente todo a la venta, somos sus putas; Islam todo comprable, somos sus machos.
