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Jueves, 10 de noviembre de 2022
Salgo a dar un paseo con los perritos al atardecer y el cielo combado y cortes lívidos por el horizonte. El parque solitario bueno no completamente me cruzo con una mujer joven y su perro blanco. Todavía me gustaría follármelas a todas pero no sé si las fuerzas me alcanzarían. Sí lo sé. No me alcanzarían. Nunca me alcanzaron. Pero. Ayer encontré una entrevista que me hizo mi amigo el escritor Mariano Dupont cuando se publicaron mis libros en Argentina. La acompañaba el retrato de un Juan Abreu obra de Pedro Portal hará quince años o más y en esa época les aseguro que por donde quiera que pasaba dejaba un rastro de lujuria. La perrita canela marcha a mi lado mientras que el perrito negro siempre se adelanta cinco o diez pasos y aumenta la humedad y está oscureciendo. Y voy pensando en que es una suerte inmensa que vivamos como si el pasado y el futuro existieran y la vida no se fuera a acabar nunca.