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Domingo, 4 de septiembre de 2022

“Los libros fueron durante mucho tiempo mi país. Esa es la verdad. Tengo que reconocerlo. Cuando vivía en la isla pavorosa y más tarde en la igualmente pavorosa Ciudad del Futuro. Mi país es cualquier sitio en que he estado y en cualquier circunstancia. En la inevitable corriente insustancial, discontinua. Cuando ni siquiera soñaba con la existencia de mi PatriaBar de la calle Mallorca. Si no hubiera sido por los libros no habría sobrevivido. Cuando cumplí diez años y vi que era el fin y pensé en pegarme candela como una de mis tías (tradición familiar), me rescataron Salgari, Dumas, Verne, Karl May, Walter Scott, Wells, Blyton, Doyle y May, entre muchos otros. Durante el espeluznante Servicio Militar Obligatorio ¡tres años de mi vida! estuve a punto de volarme la cabeza con el AK-47 varias veces y me lo impidieron los libros. Ya tenía el cañón en la boca y el dedo en el gatillo cuando mi imaginación escapaba hacia otros mundos… ¿y cómo iba a matarme si existían aquellos mundos? Durante las eternas guardias, la madrugada me hacía preguntas humillantes, me acorralaba; pero yo conseguía escabullirme gracias a esos mundos maravillosos. Los libros eran mi familia, mi casa. La vida se diluía en el espanto diario, pero ellos me rescataban. Libros contra la desdicha, contra el desconsuelo, contra el amor que se va, contra el amigo amado que resultó ser un delator”.


Cinco cervezas, nueva edición revisada y reescrita por el autor, a la venta en septiembre de 2022.

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