5093
Domingo, 28 de agosto de 2022
Y aún algo más del formidable libro de Wenceslao Fernández Flórez:
“En las aldeas que estaban bajo dominio de los rojos, muchos grupos de los que sembraban el terror crucificaban a las personas con las cabezas para abajo en los muros de las iglesias y, luego, encendían pequeñas hogueras por debajo de sus cráneos. Las mujeres encabezaban dichos grupos”.
“Las terribles furias de la Revolución francesa fueron superadas por estos monstruos. Tantos horrores hicieron que yo comprendo perfectamente que en el extranjero las persona que viven en un medio normal supongan que son invenciones. Cuando nosotros desaparezcamos, los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después refutarán estos hechos –lamentablemente exactísimos– como exageraciones de un partidismo inflamado”.