Juan Abreu
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Lunes, 1 de agosto de 2022
La revista Hypermedia publica una entrevista con el escritor Norberto Fuentes. La conclusión que saco de la entrevista es que el próximo libro de Norberto Fuentes debería titularse Crónica de un culo ansioso y pateado, pero revolucionario. No sé si Fuentes llegó a matar a algún negrito en Angola. Siempre me lo ha peguntado. ¿Mataste, Fuentes? Es que tengo curiosidad. Fuentes ha dedicado muchos años de su vida en libertad a escribir miles de páginas cuyo propósito es convertir a Norberto Fuentes en Fidel Castro. Norberto Castro. El gran macho que mata tiene eso, que seduce. Y crea adicción. Cuenta Norberto que su epifanía revolucionaria tuvo lugar al ver a un grupo de militares sentados en una cerca con unas viejas ametralladoras y un hedor a cojón de macho apoteósico. “Coño, he llegado, este es mi destino”. Se dice el joven Fuentes al verlos. Vaya mierda de destino. Yo veo a ese Norberto Fuentes juvenil, feo, granujiento, cautivado por ese hedor a pinga sucia que definirá la vida de esbirro del Norberto Fuentes adulto. Lo veo en mi cerebro, y siento cierta piedad. Y deseo, sinceramente, que el señor Fuentes consiguiera hacer realidad su sueño de ser enculado por uno de esos héroes tan viriles y apestosos que lo fascinaban. Pobre hombre
