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Martes, 24 de mayo de 2022
Hoy he visto a la última adquisición de Pablo Iglesias y debo admitir que no está mal la señorita Verstrynge. Aunque algo tendrá que ver que me gusten mucho las pelirrojas. Las auténticas. Las coño rojo. Esas pelirrojas fake con el chocho de otro color son una desgracia. Uno folla igual, faltaría más, pero qué decepción. El problema con Verstrynge y con las otras señoritas ya desechadas por Pablo Iglesias, es que enseguida comienzan a hablar y a gesticular como Pablo Iglesias (forma y contenido). Lo que me hace pensar que Iglesias en realidad sueña con follarse a sí mismo (no lo culpo, es el gran sueño masculino) y las forja a su imagen y semejanza. Para su vida sexual es una obra maestra, pero para los demás es una tragedia porque follarse a Pablo Iglesias y sobre todo follarse su asquerosa dentadura es, al menos para mí, un muro infranqueable.
Es cierto que del otro lado del muro se paga muy bien. Pero.