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Miércoles, 20 de abril de 2022

El sexo, amén de la escritura, ha sido mi fuente principal de entretenimiento. Pero. Aquellos grandes planes lúbricos que tanto me entretenían han desaparecido casi completamente. Y los que aún urdo, más por costumbre que por otra cosa, tienen nulas posibilidades de éxito. No es el amor quien pasa somos nosotros mismos (Cernuda). Y a eso, súmese mi desgana. En cierto momento la vida sexual, es decir la vida, llega ante una puerta y una vez traspasado su umbral, no hay regreso. Lo más intrigante, lo que me provoca un gran desasosiego, es que lo que hay a ambos lados de la puerta es lo mismo. Pero. Ahora hay una extrañeza. Una extrañeza hacia mí, que emana de la realidad. Como si la realidad me dijera fue un gusto conocerte amigo, pero comienzas a sobrar.

Mantente firme Juan Abreu.

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