4957
Jueves, 24 de marzo de 2022
Acabo de corregir mi Debajo de la mesa; preparo una edición española. Aún me emociona aquel pobre infeliz que fui, no sé si es una buena señal. Alguna reescritura, aquí y allá. Cambio de lugar un capítulo. El libro quedará muy bonito, me gusta la portada y el diseño interior, sencillo y elegante. A quien pueda interesar: considero esta edición final y definitiva. Me despido de mi en la isla. Lo escrito debajo de la mesa es lo único que queda de mi vida en la isla. Menos mal.
Esta sosegada convicción y mis lecturas y algunos platos que he cocinado la última semana me han ayudado a sobrellevar con cierta dócil resignación estos días fríos y grises de marzo.