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Lunes, 20 de diciembre de 2021
“Lo inquietante de la analidad es que revela que toda la cultura, todas las formas de creatividad humana, son, en algunos aspectos básicos, una protesta elaborada contra la realidad natural, una negación de la realidad de la condición humana y un intento de olvidar la creatura patética que es el ser humano. Una de las partes más pasmosas del estudio de Brown era su presentación de la analidad en Jonathan Swift. El máximo horror para Swift era el hecho de que lo sublime, lo bello y lo divino eran inseparables de las funciones animales primarias. En el cerebro del macho adorador se encuentra la ilusión de que la belleza sublime «es todo cabeza y alas sin un culo que la traicione». En uno de los poemas de Swift, un joven explica la contradicción grotesca que le desgarra:
No me asombra haber perdido el juicio;
¡Oh!, Celia, Celia, ¡Celia caga!
Sigo con Becker. Y seguiré un buen rato, acaba de llegarme La estructura del mal, 550 páginas que prometen mucho.