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Sábado, 2 de octubre de 2021

Estaba en la ciudad del futuro y llevaba el culo por fuera como todos en el día de la gran celebración así estaba estipulado y qué hermanada qué jovialmente avanzaba la muchedumbre por la inmensa avenida llena de coloridas banderas millones marchábamos entonando alegres cánticos de Paz, Hermandad e Igualdad y el cielo era dulce y tierno como la nalgas de un querubín y llegamos a la plaza a paso firme éramos legión y llenamos en un momento la Plaza del Culo gloriosa plaza y luego de unos minutos de angustiosa espera hizo su entrada triunfal rodeado por su negra escolta imperial y por el flamear de las trompetas nuestro amado Emperador Markaska ¡alabado sea! epítome de la especie y exhibía orgullosamente nuestro amado Emperador sus dos culos ¡el Hombre Biculo!, objetivo de la especie, un culo donde todos tenemos el culo y otro culo donde los seres inferiores tenemos la cabeza, y en ese momento con la mayor coordinación entonamos como es de rigor la oración reverencial ¡Oh San Maricón que estás en los Cielos, santificado sea tu Culo! de celebración del orgullo maricón y chochoregio y la Paz se adueñó de nuestros corazones y nos sentimos bendecidos por la superioridad moral (es decir anal y vaginal) de nuestro Emperador y porque después de siglos de injusticias y de sufrimiento a manos del monstruoso falo habíamos conseguido que el culo (¿y qué es el culo sino un remedo de vagina?) fuera Ley y el porvenir nos sonreía al fin.

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© Juan Abreu, 2006-2019