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Miércoles, 25 de agosto de 2021
La parra ya tiene uvas pero aún algo ácidas faltan dos semanas o tres, creo, para que alcancen un perfecto dulzor. Le he puesto una malla por encima como todos los años las urracas andaban rondando (he entrenado al perrito negro para que las espante), pero no sólo las urracas ayer un pajarito iridiscente y saltarín se coló por debajo de la malla y agarró una uva la uva era más grande que su cabeza (y las uvas de mi parra son pequeñas) era verdaderamente un pararito diminuto, pero esta vez no hice nada para espantar al intruso y el perrito negro siguió tumbado, al contrario, sonreí y me entró el sosiego y la injustificada paz que nos concede la presencia de la Belleza y me quedé quieto mirando al pajarito. Naturalmente si está a mi alcance impedirlo la Belleza hambre no pasará.