Juan Abreu
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Domingo, 15 de agosto de 2021
MALLORCA (5). Y antes de irme de Mallorca: los culos. No sé si el azar estaba de mi parte o qué. Pero. Los aledaños de la piscina a cualquier hora eran una apoteosis de culos. Culos completamente mostrados exhibidos y orgullosamente expuestos todos los bikinis eran de esos con una tirita en la raja, que nada tapan (sólo el santo agujero, precariamente). Lo que hacen verdaderamente es resaltar la masa nalgal. No quiero regodearme ya lo hice en el lugar pero había culos allí en los cuales quedarse a vivir, qué masas telúricas qué poder femenino no existe el hombre que no se postre dócil y feliz ante tamaña muestra de superioridad de género. Me pasaba horas contemplando aquellas fabulosidades, horas entre lo anal la antropofagia azteca y las heladas cervezas lo que me producía una extraña excitación un cosquilleo en el pito.
Y así transcurrieron babosillos en Mallorca mis días sobre la tierra.
