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Viernes, 13 de agosto de 2021
MALLORCA (3). En Mallorca junto a la piscina leo el libro de Marcelo Gullo Omodeo y corroboro todas mis ideas sobre las tribus que vivían en los territorios civilizados por España. Los españoles no fueron colonizadores, fueron civilizadores. Qué lenguaje recto el de Omodeo: llama al Imperio Azteca Imperio Antropófago. Qué gran disfrute procura el lenguaje recto, qué calorcito moral.
“Una de las características del colonialismo y de todos los imperialismos ha sido siempre la lucha incesante por conseguir materias primas, es decir, por el aprovisionamiento de materiales estratégicos. Lo que hizo excepcional en su especie al imperialismo azteca es que fue el único que luchó constante e incesantemente por conseguir carne humana. La materia prima estratégica por la que luchaban era la carne humana”.
“¿Dónde eran llevados los cuerpos de los cientos de seres humanos a los cuales en lo alto de las pirámides se les arrancaba el corazón? ¿Qué pasaba luego con el cuerpo de la víctima? ¿Qué destino tenían los cuerpos que día a día eran sacrificados a los dioses? (…) Michael Harner, de la New School, ha analizado esta cuestión con más inteligencia y denuedo que el resto de los especialistas (…) Como afirma Harner, en realidad no existe ningún misterio con respecto a lo que ocurría con los cadáveres, ya que todos los relatos de testigos oculares coinciden en líneas generales: las víctimas eran comidas”.
El Imperio Antropófago. Menos mal que llegaron los españoles.
Coda: Hoy, hace 500 años, el gran Hernán Cortés, apoyado por las tribus que servían de alimento a los antropófagos aztecas, tomó por asalto Tenochititlán, capital del Imperio Antropófago azteca. Es una formidable ocasión, españoles de todo el mundo, unidos por el idioma español, para alzar nuestras copas y brindar por España y su insigne gesta civilizadora. ¡Honra y Salud!